Un rascacielos es un edificio
particularmente alto y continuamente habitable. A menudo también se
denomina rascacielos a aquellos edificios que destacan por su altura
sobre los de sus alrededores; esto último se fundamenta en la definición
del Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH):
«La altura de los rascacielos es un término relativo, 1 generalmente comparativo con el contexto. El primer edificio considerado como tal no tenía más que 5 alturas... y ahora se han alcanzado casi los 500 m de altura. No existe una medida internacional, aunque sí una definición dada por el Consejo de Edificios Altos y Hábitat Urbano (CTBUH) con base en Pensilvania que dice que un rascacielos “es un edificio en el que lo vertical tiene una consideración superlativa sobre cualquier otro de sus parámetros y el contexto en que se implanta”. Hoy en día el significado es mezcla de lo anterior».
Comparativa de los rascacielos más altos del mundo. En rojo aquellos que se encuentran en construcción (la construcción del Chicago Spire se encuentra actualmente en suspenso).
También existe un criterio basado en altura bastante popular,
situando el límite inferior en unos 500 pies (152,5 metros) de altura. A
partir de 1000 pies de altura (unos 305 m) un edificio suele ser
considerado rascacielos superalto, y aquellos edificios mayores de 600m
de altura es considerado mega-alto (término utilizado por primera vez
por la CTBUH). La razón de su construcción suele ser el máximo
aprovechamiento económico del suelo. Por ello, suelen encontrarse múltiples rascacielos agrupados en las zonas comerciales o residenciales de grandes ciudades,
donde el valor del suelo es elevado. Sin embargo, en el caso de los
grandes rascacielos, la motivación económica suele ser en realidad
inexistente, pues el exceso de altura conlleva gastos todavía mayores.
En estos casos la motivación es puramente publicitaria, ya que estos
grandes edificios, en especial si logran la etiqueta de «edificio más
alto» (de la ciudad o país), adquieren relevancia y notoriedad, y dotan
de una imagen de poder y bonanza económica a sus propietarios.
Estas agrupaciones de rascacielos suelen dibujar una línea de horizonte característica de muchas ciudades, como Nueva York, Chicago, Shanghái, Dubái, Hong Kong y Singapur.